Este año coincide la festividad de San Juan con la luna llena de Géminis, una de las más importantes festividades espirituales a nivel planetario.

Hay tres grandes “festivales” espirituales a lo largo del año, tal y como nos dice el Maestro Tibetano. El primero, quizá el más conocido y significativo, se celebra con la luna llena de Aries y está relacionado con la Pascua y resurrección. Su vibración se corresponde con la energía manifiesta del Rayo Azul (la Voluntad de Dios), y nos recuerda la que sólo a través de nuestra alma, de nuestras identidades de Luz podremos ascender al cambio verdadero. El segundo festival es el conocido como Wesak. En él, a través de la vibración manifiesta de la energía del Rayo Amarillo (la Inteligencia Divina), Buda hace descender sobre la Tierra sus bendiciones. La culminación de ambos, se da en la luna llena de géminis. Es la luna del Servicio, de la energía/conciencia crística, por ello también se le denomina el Festival de Cristo. La conciencia crística es la más alta conciencia a la que podemos aspirar. Es la que nos hace ser conscientes de la gracia, de nuestro vínculo directo con el Padre. La que nos hace entender que no hay existencia sin Hermandad, sin colaboración. La conciencia de la unidad en el Todo.
¿Cómo trabajar en este festival? Durante toda esta semana y hasta tres días después de la luna llena deberás focalizar tu atención en el servicio: qué es para ti, cómo lo estás haciendo… Deberás atender resistencias, egocentrismos… Pulir y tomar conciencia.
Recita y trabaja la Gran Invocación (ya la conoces), el Mantra de Unificación
Los Hijos de los Hombres son Uno y Yo soy uno con Ellos. Trato de amar y no odiar; Trato de servir y no exigir servicio; Trato de curar y no de herir. Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor. Que el alma controle la forma externa, la vida y todos los acontecimientos, Y traiga a la luz el amor Que subyace en todo cuanto ocurre en esta época. Que venga la visión y la percepción interna. Que el porvenir quede revelado. Que la unión interna sea demostrada. Que cesen las divisiones externas. Que prevalezca el amor. Que todos los hombres amen.
o el Mantra del Discípulo
Soy un punto de luz dentro de una Luz mayor. Soy un punto de energía amorosa dentro de la corriente de Amor divino. Soy una chispa de fuego de sacrificio dentro de la ardiente Voluntad de Dios. Y así permanezco.
Soy un camino por medio del cual los hombres pueden realizarse. Soy una fuente de fuerza que les permite mantenerse. Soy un rayo de luz alumbrando su camino. Y así permanezco.
Y permaneciendo así, vuelvo Y recorro el camino de los hombres, Y conozco los caminos de Dios. Y así permanezco.
Para los más tradicionales, leed a conciencia las palabras del Maestro Jesús reflejadas en el evangelio de Mateo, especialmente las Bienaventuranzas y el sermón de la montaña