Extracto de la obra El discipulado en la Nueva Era, de A. Bailey. Soprende que después de tanto tiempo, sigamos cometiendo los mismos errores en aras de una "espiritualidad" mal entendida.

Una de las cosas que trato de considerar en esta instrucción es el espejismo, enemigo poderoso de todos los que huellan el sendero del discipulado. Como bien sabe, todo el mundo está sujeto al espejismo, pero cuando el hombre se convierte en un discípulo, entra en contacto con tal cantidad de fuerza (especialmente en las primeras etapas en que no sabe aún cómo manejarla), que atrae, consolida y precipita sobre sí mismo, mucho más que de otro modo, la ilusión mundial. […]
El espejismo es lógicamente una cosa sutil que se disfraza como si fuera una verdad. Es poderoso porque tiene su punto de entrada en la conciencia del discípulo, a través de esos estados mentales y modos de pensar tan familiares que aparecen automáticamente y constituyen una manifestación casi inconsciente. [...]
¿Cuáles son los espejismos principales en que se introduce tan fácilmente y que mientras duran impiden toda verdadera percepción.
1. El espejismo del destino: Le indica, a quien está controlado por él, que tiene un trabajo importante que realizar y que debe actuar y hablar de cómo está destinado hacerlo, el cual nutre un orgullo que no tiene fundamento real.
2. El espejismo de la aspiración: Quien está controlado por él se siente totalmente satisfecho, se preocupa por su anhelo de ir hacia la Luz y se respalda en el hecho de que es un aspirante. Es necesario que estas personas avancen en el sendero del discipulado y dejen de preocuparse y sentirse satisfechas de sus ambiciones y metas espirituales.
3. El espejismo de la autoconfianza, o lo que puede llamarse los principios astrales del discípulo. En lenguaje simple es la creencia del discípulo que considera correcto su punto de vista. También nutre el orgullo y tiende a hacer creer al discípulo que es una autoridad infalibel. Este es el trasfondo del teólogo.
4. El espejismo del deber. Conduce a un exagerado énfasis del sentido de responsabilidad, a movimientos inútiles y a acentuar lo no esencial.
5. El espejismo de las condiciones ambientales. Lleva con frecuencia a un sentimiento de frustración, de futilidad o de importancia.
6. El espejimso de la mente, y de su eficiencia y capacidad para ocuparse del cualquiera o de todos los problemas. Conduce inevitablemente al aislamiento y soledad.
7. El espejismo de la devoción. Conduce a un indevido estímulo delcuerpo astral. El hombre o mujer bajo este espejismo sólo ve una idea, na persona, una autoridad y un aspecto de la verdad, nutriendo el fanatismo y orgullo espiritual.
8: El espejismo del deseo, con su acción refleja sobre el cuerpo físico. Conduce a una constante condición de lucha y perturbación, rechaza toda paz y trabajo fructífero y algún día debe terminar.
9. El espejismo de la ambición personal.
10. El espejismo de forjar planes. Usted es sensible al Plan, pero se ocupa de sus propios planes y cree que son parte del Plan. Enumere los planes y proyectos en las numerosas líneas que ha desarrollado, hermano mío, y vea cuántos pudo llevar a cabo. No culpe a nadie sino a sí mismo, pues tuvieron como base sueños astrales.
11. El espejismo de su propia ambición espiritual. Desea ser un organizador grupal de acuerdo al Plan. Anhela elaborar algún proyecto práctico, a la par del que existe, pero definidamente el suyo, u organizar algún grupo a la par de los que ya existen, pero que también sea definidamente suyo. Pero cuando se le pide adaptarse al trabajo de un grupo existente, está demasiado ocupado con sus propios sueños para hacerlo y desprecia la tarea asignada. Hermano mío, en nuestro trabajo no hay tarea grande o pequeña, sino cumplir el deber, cualquiera sea.
12. El espejismo de dominar o controlar espiritualmente a los demás. Por consiguiente, trata siempre de descubrir a aquellos ante quienes pueda figurar como organizador espiritual, es decir, los que no cuentan en la escala de la utilidad espiritual y los aspirantes de buena intención, pero usted magnifica su utilidad y posibilidades a fin de establecerse a sí mismo -ante sus propios ojos, si sólo se diera cuenta- como guía y conductor de otros discípulos en el Camino. Hizo esto con dos personas, ambas fueron buenos discípulos en probación; uno estaba próximo a ser aceptado; ambos trabajaban en el plano astral, donde no trabajan aquellos que -en este momento particular trato de que colaboren, pero actúan como almas, y sirven desde el plano mental y desde los niveles del alma.